Essay
J.M.Coetzee: dos libros esclarecedores y entusiastas en México

J.M.Coetzee: dos libros esclarecedores y entusiastas en México

Mónica Maristain

En Argentina, J.M.Coetzee es tan conocido que hasta un comediante dice su apellido en un monólogo. No necesita explicar quién es, todos lo conocen. Sucede que el Premio Nobel 2003 ha elegido a ese país sudamericano como nueva casa y tiene con la nación del tango una relación particular.

Fue en septiembre pasado, mes de la primavera austral, cuando J.M.Coetzee (nacido en Johannesburgo en 1940) tuvo en la Universidad de San Martín un congreso sobre su obra, destinado sobre todo a preguntar si su literatura tiene referencias en problemáticas latinoamericanas.

“Me gustaría fomentar más contactos académicos entre los críticos literarios y los estudiosos de la Argentina, por un lado, y Australia y Sudáfrica, por otro. Estos tres países del sur, antiguas colonias de potencias europeas, tienen historias que en muchos aspectos son paralelas. Al mismo tiempo, me gustaría crear más conciencia en ambos países angloparlantes de la riqueza de la literatura argentina. Los escritores australianos y sudafricanos aprendieron mucho de Jorge Luis Borges, pero hay poco conocimiento de los escritores de las generaciones siguientes”, ha dicho el escritor.

Tuvo allí participación Pablo Lazo Briones, de la Universidad Iberoamericana de México, quien ha hecho recientemente un libro titulado J.M.Coetzee: Los imaginarios de la resistencia, editado por Akal.  Aparentemente Lazo es experto en Coetzee, un tema no exclusivo de la parte sur de nuestro continente.

Ha escrito varios artículos sobre el Nobel, entre ellos un lindo texto sobre la censura publicado en Letras Libres, donde dice entre otras cosas que “Para Coetzee la censura es la ‘pasión por silenciar’. Antes que razones políticas, morales o religiosas, se trata de un afecto que nace de sentirse ofendido y querer callar las voces que provocan la ofensa”.

El libro de Akal analiza en principio la labor del Estado en la labor de los escritores y las armas críticas en contra de la cultura y de los imaginarios de la opresión y la censura. “¿Cómo es que los imaginarios de las novelas de J.M.Coetzee pueden provocar una resistencia cultural y política?, se pregunta Pablo Lazo Briones.

En el prefacio, escrito por Coetzee, él dice: “En Sudáfrica nunca ha habido apoyo estatal para escritores, incluso en la nueva Sudáfrica democrática. Durante casi toda mi vida viví bajo un gobierno cuya única intervención en la vida de los escritores consistía en obstaculizar la práctica de su trabajo, no en ayudarlos. En Sudáfrica nos sentíamos afortunados de que el Estado no tomara interés en nosotros”.

Hace poco hice una entrevista a la escritora Sandra Lorenzano en donde ella decía: “Entiendo que el centro de la pregunta está puesto en México y diría que el Estado mexicano ha sido sumamente astuto en su construcción del aparato represivo, como ha sido astuto todo aquello que forma parte del sistema político mexicano. Ha logrado un Estado de múltiples rostros. Existe el ogro filantrópico, del que hablaba Octavio Paz y entonces hay apoyo a la cultura, a la educación, propicia las ferias del libro, ese rostro del Estado mexicano no está construido para tapar al otro, sino que convive. Y eso es lo que me parece más impresionante. Es de una sabiduría perversa, impresionante. Muy inquietante, porque puedes quedarte con uno de los rostros. Está el Estado asesino. Mientras México nos recibía a nosotros, exiliados de América Latina, al mismo tiempo combatían con el Ejército a la guerrilla y a los movimientos sociales que se daban en el país. En estos momentos, estamos viviendo en el infierno”.

En ese contexto, habría que leer Los imaginarios de la resistencia y pensar –no sólo pensar, sino también comprobar– cuánto de la literatura de Coetzee hay para comprender y atender nuestra cultura.

Los lazos con la cultura estatal mexicana son absolutamente herméticos y públicos, vienen a desarrollar la carrera de un escritor y a esconder lo mediocre de ciertas personas que no son creadores pero lo aparentan.

Parece ser un Estado que apoya –y lo hace– a la cultura, pero que al mismo tiempo agrede a la sociedad. ¿Cómo tener la posición justa, equilibrada?

Eso mismo se preguntaba Álvaro Uribe en una entrevista realizada recientemente.

“Queremos ser honestos con nosotros mismos, tener una posición coherente moralmente y políticamente y se nos complica mucho estar recibiendo dinero del Gobierno. Pero entonces decimos, no, es el Estado, tú dices que todos los crímenes son del Estado, ¿estar recibiendo dinero del criminal?”, dice el autor de Caracteres(Tusquets).

En México puede hacerse o no literatura disruptiva, crítica y resistente, o es el Estado con su apoyo el que condiciona todos los temas. Esto es lo que se pregunta y contesta J.M.Coetzee. Esto es lo que ven sus críticos.

“La preocupación por el alcance social de la literatura, la intuición de su poder sobre el imaginario que compone la red de significantes simbólicos, entendido como trasfondo y soporte de toda práctica cultural o lo que desde la antropología simbólica se ha descrito como sentido” es lo que preocupa en Coetzee y en toda obra moderna, incluida la mexicana, y eso analiza Pablo Lazo Briones en su libro.

Kafka, Defoe y Dostoievksi en la escritura de J.M.coetzee.

Otro libro sobre Coetzee llega a mi despacho. Se trata de una publicación de Elefanta con la Universidad Autónoma de México, Kafka, Defoe y Dostoievski en la escritura de J.M.Coetzee, de Diego Sheinbaum.

Es un libro más fresco, con menos preguntas y dedicado a la literatura y a la ética literaria, lleno de una pasión que Diego describe hacia un “escritor anfibio”, donde “su arte parecía consistir en un simple acto de descoser las ficciones del pasado, pero, al mostrarnos sus tramas ocultas de poder, exclusión y silencio, lograba que su obra y la de sus predecesores reverberaran hacia fuera, iluminando la historia del colonialismo y de Sudáfrica, difuminando la frontera entre lo real y lo ficticio”.

Describe la relación del autor con Franz Kafka (1883-1924), fundamentalmente en la obra Life and Times of Michael K. (En una Sudáfrica dividida por la guerra civil, en una ciudad atemorizada por el ruido de las sirenas del toque de queda, vive el protagonista de esta novela, el jardinero Michael K, que decide abandonar la capital y acompañar a su madre a refugiarse en el campo). Novela publicada en 1983, donde Coetzee declara que “Kafka no tiene el monopolio sobre la letra K ni Praga es el centro del mundo”.

¿Por qué Coetzee se resiste a establecer esta conexión? ¿Qué quiere decir cuando niega el monopolio de Kafka sobre la letra K? ¿Es posible que la K no haga referencia a Kafka?”, se pregunta Diego Sheinbaum.

Poniendo en duda las palabras de Nadine Gordimer y haciendo más clara la intervención de la teórica Patricia Merivale, “quien ha elaborado un catálogo de ejercicios de reescritura y alusiones que hace Coetzee a Kafka en toda su obra”, Diego nos lleva por una serie de ensayos emocionantes hasta que, transcurridos 30 años de la carrera de J.M.Coetzee, se enfrenta otra vez a Kafka.

Habla de la novela Elizabeth Costello, publicada en 2003, cuando ganó el Nobel. “Si en 1983 el recorrido de Michael K por Sudáfrica esboza una posible relación con Kafka, veinte años después, su protagonista, Elizabeth Costello, escritora reconocida mundialmente, su indudable alter ego, es depositada en el capítulo ocho “Ante la ley” para explorar, profundizar y criticar la más famosa parábola del autor checo”.

Sigue el capítulo dedicado a Daniel Defoe (1660-1731), cuando J.M.Coetzee dedica su discurso del Nobel a dar vida a Robinson Crusoe y a los personajes de sus novelas.

“¿Es tan importante el padre de la novela inglesa para el escritor sudafricano?”, se pregunta Diego. Y se responde: “Robinson alimenta como un afluente oscuro la literatura de Coetzee, quien lo reconoce como el primer novelista que trata magistralmente el tema de la soledad, la identidad y el otro en su historia-alegoría de la isla desierta”.

Finalmente, el capítulo más emocionante del libro, dedicado a la relación entre Coetzee y Fiodor Dostoievski (1821-1881), se relata fundamentalmente por la elección de J.M. de Dostoievski como protagonista de una novela, The Master of Petersburg, libro publicado en 1994.

Un novelista ruso exiliado regresa a San Petersburgo para conocer las circunstancias que rodean la muerte de su hijastro Pavel. Obsesivamente asediado por el recuerdo, se ve inmerso en la violencia revolucionaria de 1869, cuenta la sinopsis y Sheinbaum se pregunta: “¿Cómo el escritor responde a esa enorme injusticia que es la muerte? ¿Cómo le hace frente a la presencia del mal? ¿Qué implica, en última instancia, llevar una vida de escritor en el contexto del sufrimiento y muerte de los inocentes?”.

“Coetzee realiza su más elevada apuesta en el momento de su mayor pobreza, cuando parece haber perdido todo tras la muerte de su hijo de 19 años en un accidente automovilístico. La novela se puede pensar como el momento en que Coetzee toma la mano de Dostoiesvki para que lo lleve a la conquista de la madurez artística, pero sobre todo para que lo lleve a través de los escollos de la existencia humana”, contesta Diego.

Son dos libros que circulan por México, hechos por dos teóricos y fanáticos de la obra de J.M.Coetzee de nuestro país.

Aquí, en México, no tenemos el tango pero sí el dulce de leche de cabra, que bien podría reemplazar al dulce argentino: ojalá que el Hay Festival de Querétaro o la Feria Internacional del Libro en Guadalajara puedan traer a escritor tan amado.

Claro que ya estuvo en 1998, cuando vino al congreso de escritores sobre la “Geografía de la novela” y también hace dos años, en un coloquio en la Universidad Iberoamericana, convocado por Pablo Lazo Briones, pero sería lindo que volviera y tuviera su gran homenaje.

J.M.Coetzee es Premio Nobel de Literatura en 2003; en 1974 publicó su primera novela, Tierras de poniente. Le siguieron En medio de ninguna parte (1977), con la que ganó el CNA, el primer premio literario de las letras sudafricanas; Esperando a los bárbaros (1980), también premiada con el CNA; Vida y época de Michael K. (1983), que le reportó su primer Booker Prize, el premio más prestigioso de la literatura en lengua inglesa, y el Prix Femina Étranger; Foe(1986); La edad de hierro (1990); El maestro de Petersburgo (1994); Desgracia(1999), que le valió un segundo Booker Prize; Infancia (1998), Juventud (2002), Elizabeth Costello (2003), Hombre lento (2005), Diario de un mal año (2007) y Verano (2009).

También ha publicado varios libros de ensayo, entre ellos Contra la censura(1996), Las vidas de los animales (1999), Costas extrañas (2002) y Mecanismos internos (2007). Asimismo, le han sido concedidos el Jerusalem Prize y The Irish Times International Fiction Prize.

 

Mónica Maristain (Concepción de Uruguay, Argentina). Editora, periodista y escritora. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales como Clarín, Página 12, La Nación y la revista Playboy. Ha sido colaboradora en las agencias EFE y DPA. En 2010 publicó “La última entrevista a Roberto Bolaño y otras charlas con grandes autores” . En n 2011, coordinó la antología El último árbol. Cuentos de navidadEl hijo de Míster Playa fue publicado originalmente por Almadía en 2012. Su título más reciente es Antes, poema largo editado por Literal Publishing en 2017.

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Posted: May 31, 2018 at 10:19 pm

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