No. No. ¡No! No cierres los ojos. ¡Por favor! Sé que duele mucho, pero tienes que aguantar. Todavía no te puedes morir. Hazlo por la Felipa y la Agustina. Ellas…
Lo siento, yo quiero un pan de muerto que no sepa al pan cotidiano, que no sea cotidiano sino que sea especial; que no lo coma en cualquier cafetería ni…