Essay
Mircea Cărtărescu, el escritor e Impedimenta

Mircea Cărtărescu, el escritor e Impedimenta

Mónica Maristain

Cuando llegué a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, luego de un año de haber faltado, lo primero que vi fue al escritor rumano Mircea Cărtărescu. Pensé en esa diferencia que establece el idioma. Un reconocernos, saludarnos y yo querer decirle un montón de cosas y él mirarme con intriga, como –efectivamente– no entendiendo nada.

Le había hecho una entrevista en la Ciudad de México, con traductor mediante, donde, entre otras cosas, dijo: “Sí, soy poeta. Estoy muy orgulloso de eso y espero que siempre me quede así: con la mirada de niño viendo la realidad. Creo que eso es la esencia de la poesía. Incluso en mis novelas y en todo lo que he escrito siempre he intentado mantenerme como poeta”.

Conocer a un escritor así es mágico y al mismo tiempo inquietante. Uno trata de quebrar todas las paredes y tratar de llegar a un centro, a un punto en el que lector y creador se conecten, donde se haga una especie de reacción química y explote algo.

Cuando conozco a un escritor semejante, soy lector, fundamentalmente. Tanto así que fui inmediatamente a buscar en Por las fronteras de Europa. Un viaje por la narrativa de los siglos XX y XXI, de Mercedes Monmany, a quien había entrevistado en 2016.

Sin embargo, no aparece Mircea Cărtărescu (Bucarest, 1 de junio de 1956), algo que me parece tremendo toda vez que el trabajo de Monmany aparece como el más completo sobre la literatura europea y nuestro escritor aparece todos los años como uno de los candidatos a recibir el Nobel.

Dicho esto, Mercedes ha escrito en el ABC (donde tiene una columna semanal) sobre Mircea y sobre su obra máxima, Solenoide: “Cărtărescu se ha convertido en uno de los más grandes e indiscutibles autores contemporáneos, figurando de forma invariable, año tras año, en las listas del Premio Nobel. A lo largo de su carrera, como sucede en la actual y deslumbrante obra recién traducida, Solenoide –de sus más ambiciosas creaciones junto al ciclo de Orbitor, compuesto por tres volúmenes–, el lector asiste a parecidos, siempre transmutados, recorridos vitales de raíz o no autobiográfica, que se traspasan vigorosamente de un texto a otro”, dice la experta.

Solenoide es todo lo que dicen de ella, pero además es mucho de lo que nos forma como lectores. Algo que te pasa con 2666, de Roberto Bolaño, con Campos de Londres, de Martin Amis, sólo por nombrar a dos novelas inolvidables en mi vida y que hace pensar qué elementos hacen a una persona ser llamada escritor.

Decía Sandra Lorenzano en una entrevista reciente que ella hace un gesto como sonriente y burlón cuando escucha a alguien decir soy escritor y que más de una vez va a una librería y se acobarda. Piensa: ¿por qué tengo que considerarme escritora con tantos libros que hay?

¿Si dijéramos alguna vez: he venido a leer Solenoide, a leer 2666, a leer Campos de Londres? Eso es lo que hice en mi vida, no más. ¿Es poco?

Solenoide está editada por Impedimenta y contaba su editor, Enrique Redel, que tuvo que volver a conquistar a Mircea Cărtărescu. El editor que era su socio en la otra editorial que tuvo había contratado a un traductor que no pegaba con la obra y salieron libros horribles.

Finalmente lo convenció mediante la traductora Marian Ochoa de Eribe, que al parecer es la que mejor comprende los libros del rumano. Impedimenta volvió a publicar Nostalgia, con la traducción de Marian y esta vez ganó el Premio Tormenta en 2013.

 “Solenoide es su mejor novela hasta el momento, donde explora su infancia, su ciudad, Bucarest, sus mitos literarios, los sueños, la fantasía, la decrepitud. Recuerdo una entrevista donde Herralde habló de Impedimenta diciendo la empresa de Cărtărescu y otros autores, como que él está mucho más arriba de todos”, dice Enrique Redel.

“Es cierto, cada vez que leemos un libro suyo, volvemos a creer en la literatura”, afirma.

Profesor de Rumano en un instituto de barrio, con una carrera literaria fracasada y una profesión que no le interesa, compra una casa antigua con forma de barco, construida por el inventor de un solenoide, que alberga una extraña maquinaria: un sillón de dentista dotado de un tablero de mandos.

Esa es la sinopsis de la novela que tiene muy contento a su autor. Tiene 61 años y es una edad en la que los escritores tienden a repetirse. Mircea Cărtărescu no.

“He escrito una novela realmente buena, mezcla de realismo y surrealismo”, ha dicho. Y así es.

*Imagen de Bernhard Ellefsen 

 

Mónica Maristain (Concepción de Uruguay, Argentina). Editora, periodista y escritora. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales como Clarín, Página 12, La Nación y la revista Playboy. Ha sido colaboradora en las agencias EFE y DPA. En 2010 publicó “La última entrevista a Roberto Bolaño y otras charlas con grandes autores” . En n 2011, coordinó la antología El último árbol. Cuentos de navidad. El hijo de Míster Playa fue publicado originalmente por Almadía en 2012. Su título más reciente es Antes, poema largo editado por Literal Publishing en 2017.

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Posted: April 9, 2018 at 9:00 pm

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