Fiction
El secreto de Artemisa y otras historias

El secreto de Artemisa y otras historias

Gerardo Piña-Rosales

 …escribes para respirar por la herida, en un vano intento por restañar las cicatrices de tu diario vivir, tras las palabras de tu tribu, el_secreto_de_artemisasiempre acosadas por el rayo o la galerna, que  brotan a borbotones del hórreo hontanar de tus afanes, como un cuento o un poema, signos mistéricos, conjurantes de tu pasado, intentando, oh ingenuo, amordazar la guadaña, casi como un pequeño dios, pavirreal y caprichoso, acechado por otros dioses, cegado en el laberinto de la noche sin fin, esclavo del grito, arúspice del cieno y los detritos, en busca del sueño sin presagios, sabiendo que no has de encontrar sino los ecos siderales del vacío, desterrado del paraíso desde hace siglos, cuando decir madre era deambular de su mano por el zoco grande, por el zoco chico, por las callejas sinuosas de la Emsallah, un tiempo en que decir padre era sentir el mar, ora plácido ora embravecido, a bordo de cualquier goleta o bergantín, en pos del capitán Ahab y la ballena blanca como una montaña de nieve, pero de eso hace mucho, mucho tiempo, y hoy, al borde de la sinrazón que también produce monstruos, atenazado por el miedo, cautivo del llanto y la congoja, sólo esperas el momento propicio para clavar tus colmillos en la palpitante yugular de esas pobres criaturas que se arrastran por el polvo ansiando descifrar las claves de tus huellas esteparias, víctimas de tus dentelladas  sedientas, porque su sangre es más dulce que la miel, y con su sangre te alimentas cada día mientras engañas con ademán adusto y comedido a tus compinches, cuates y carnales, que te abrazan y te miman conmovidos, dueño de la noche, ya lo has dicho, pues en ella te sumerges armado de estilete, tinta y cloroformo, garrapateando en los muros de la gran ciudad, oh manzana podrida, tus palabras malditas de mierda y semen, para que los niños y las niñas se estremezcan de placer, para precipitarte después a tu madriguera, entre los viejos libros de lomos artríticos, sin resignarte a la condena de tus ancestros, al maléfico virus que te persigue, pues si ayer fueron dioses hoy son demonios, y los conjuras como ellos te conjuran, desde el farol en que cuelga tu tocayo Nerval al manicomio donde balbucea Artaud, desde las calles tortuosas por donde ronda el judío de Praga hasta la alcantarilla donde vomita Poe, desde la buhardilla enfisémica de Lautréamont hasta el cuchitril donde el hombre invisible se entretiene reventando ratas a balazos, los conjuras como ellos te conjuran, cuando el sol, oh astro maléfico, desaparece tras el horizonte, y os contáis, dioses abatidos y humillados, la verdad de las mentiras, vuestros pequeños crímenes, vuestras vergonzantes caídas, mientras se asienta en tu corazón el adiós de los adioses, aquí no muy lejos de las lenguas infectas del Hudson y el East River, olvidado de ti mismo, en un victorioso final sin ventanas ni espejos, sordo por fin a las voces sirénidas de la mentida euforia y el apócrifo delirio.

  

Este fragmento pertenece al libro El secreto de Artemisia y otras historias, de Gerardo Piña-Rosales (Vaso Roto 2016)

pinarosalesGerardo Piña-Rosales es un filólogo y escritor que desde 2008 es el director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE). Destacan entre sus obras: Hablando bien se entiende la gente, 2010 (en colab.); Escritores españoles en los Estados Unidos (ed.), 2007; Desde esta cámara oscura, 2006 (novela); Odón Betanzos Palacios: la integridad del árbol herido, 2004; Hispanos en los Estados Unidos: Tercer pilar de la hispanidad (coed.), 2004; España en las Américas, 2004; Acentos femeninos y marco estético del nuevo milenio (coed.), 2000, etc.


Posted: September 22, 2016 at 11:26 pm

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