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For Real

For Real

David Miklos

1. Richey Edwards, guitarrista y letrista de los Manic Street Preachers, desapareció hace 24 años y fue declarado muerto in absentia hace 11.

Su hueco en la historia me recuerda cierto pasaje de La arqueología del saber de Foucault: “Una escritura no es más que el hueco de sus propios trazos”.

Algunos años antes de morir, poco antes de una presentación en vivo y que sería televisada, Richey tomó una navaja y, con su filo, escribió “For real” en su antebrazo.

2. “My battery is low and it’s getting dark” fueron las últimas y conmovedoras palabras de una solitaria máquina que recorrió 45 kilómetros de Marte durante casi 15 años, en vez de los 90 días que la Nasa pensó que el artefacto sobreviviría tan lejos de la Tierra.

Se llamaba Opportunity, pero le decían Oppy.

Hace algunos días, por fin y luego de un largo silencio, la dieron por muerta.

3. Un bebé es una contradicción física: por un lado, ingrávido y siempre por encima del suelo; por el otro, un ser más pesado que el mundo, la gravedad encarnada.

Eso pienso cuando Bárbara y yo platicamos en la sala y cada tanto nos pasamos a Nicolás de unas manos a las otras y lo recargamos contra sendos regazos, luego del breve vuelo por el aire de nuestro hijo, ingrávido y grávido a la vez, nueve kilos y once meses en su pequeño gran cuerpo.

Hace un año aún no estaba aquí, afuera, sino allí, adentro, sentado en el útero de su madre, amarrado por el cordón umbilical, dando patadas y nada de maromas, cautivo al interior líquido de su nave nodriza, todavía un extranjero, pero nunca un extraño.

4. En coincidencia con el aniversario de la desaparición de Richey Edwards, el 1 de febrero nos mudamos a un nuevo espacio, en donde ahora escribo.

A mis espaldas, aún yacen media centena de cajas de libros, prisioneros del cartón y la oscuridad, un par de toneladas de papel y tinta de acuerdo con el señor de la mudanza.

Las cajas forman una especie de paralelepípedo que me recuerda un raro juego de mi infancia, que por lo general se ubicaba junto a los locales de Chispas o “juegos de video”, una suerte de laberinto de tres o cuatro pequeños pisos y no muchos metros de longitud al que uno ingresaba para sumergirse en la oscuridad con el objetivo de encontrar la salida a tientas.

Yo detestaba ese juego, no tanto por claustrofobia sino por el miedo a no ser capaz de salir de allí, de permanecer para siempre prisionero de uno de los cubos que conformaban la estructura, de pronto sin entrada ni salida, mareado, ingrávido en la sofocante oscuridad.

Prefería, sin duda, las albercas rellenas de trozos de hule espuma, a cuyo fondo nunca recuerdo haber llegado, borracho de Delaware Punch.

5. Recibo fotografías del pasado reciente en mi celular.

En una de ellas, Anna, de seis años y no casi nueve como ahora, cuelga de la espalda de Bárbara, lejos del suelo, su dentadura de leche aún completa, su cara aún con los rasgos del ingrávido bebé que fue, todo su peso aún en mis brazos, que de repente aún la cargan.

El hueco que es Nicolás en esa fotografía aún no ha sido trazado por mi escritura, aún faltan varios meses para que concibamos a nuestro hijo, el hermano de mi hija, y un par de años, toneladas de tiempo, para que aparezca como es ahora y se sume a los retratos familiares, contundente.

6. No sé cuántos kilómetros de la Tierra he recorrido, de ida y siempre de vuelta a algún punto de la Ciudad de México, mi centro de gravedad elegido.

Lo mismo que Oppy, cada tanto me recargo y hago retratos de lo que me rodea, ya sea con luz o con letras, mensajes que, de tanto en tanto, regresan a mí y no se pierden en el espacio exterior del olvido.

For real, pienso.

Y siento una punción en la oscuridad de mi entraña.

 

David Miklos es autor de La piel muertaLa hermana falsa La gente extraña, así como de La pampa imposible, su novela más reciente. Actualmente es profesor asociado de la División de Historia del CIDE, en donde se desempeña como director de la revista de historia internacional Istor. Es columnista de Literal. Su twitter es @dmiklos.

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Posted: February 18, 2019 at 9:12 pm

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